La piometra en perras

La piometra o metritis  es una infección grave del útero causada por un acúmlo de líquido purulento dentro de la matriz de las perras y también de las gatas. Esta enfermedad es más frecuente a edades avanzadas, normalmente tras uno o dos meses después del celo.

piometra perras

Puede observarse una gran diferencia entre un útero normal y un útero con piometra, repleto de líquido purulento.


La piometra puede ser cerrada o abierta. En el primer caso, el cuello de la matriz se encuentra abierto, el pus sale por la vagina y puede verse claramente. En el segundo caso, el cuello se encuentra cerrado y no sale nada por la vagina, por lo que es un tipo más difícil de diagnosticar, causando una mayor gravedad de la enfermedad en el animal.

Pero, para entender esta enfermedad hay que saber cómo se produce: en cada ciclo reproductivo de la perra, la pared uterina se engrosa. A lo largo de los años, los sucesivos ciclos ovulatorios durante la vida del animal, producen quistes en la pared endometrial, produciendo hiperplasia endometrial quística, que puede preceder a la piometra.

Cuando una perra padece esta enfermedad, se presenta decaída y puede tener fiebre muy alta. También puede aparecer poliuria (micciones muy frecuentes) y polidipsia (beber con mucha frecuencia). Puede verse claramente la descarga vaginal de un líquido purulento, a veces con sangre, si la piometra es abierta. Puede notarse anorexia, deshidratación y abultamiento del abdomen, sobre todo en piometras cerradas.

Para detectar la piometra pueden realizarse pruebas diagnósticas como análisis de sangre, radiografías, ecografías, etc.


El tratamiento quirúrgico es más frecuente y da mejores resultados que el tratamiento médico. Consiste en la extirpación de la matriz y de los ovarios, es decir, realizar una castración. Si el procedimiento va bien, la cirugía es totalmente curativa y tiene una rápida recuperación. Los problemas surgen si hay afectación del riñón debido a la deshidratación.

El tratamiento médico, en cambio, consiste en la utilización de fármacos que producen la contracción uterina para expulsar el pus fuera. Esto se lleva a cabo con perras en las que se desea mantener su capacidad reproductora, pero conlleva un alto riesgo de recaída.

La complicación más grave que puede aparecer al padecer la piometra es la peritonitis si la matriz se lacera o se rompe y se produce la salida de líquido purulento infeccioso a la cavidad abdominal. En este caso la cirugía es vital.

La castración es una buena forma de prevención para las perras y gatas.


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