Las tres P: Perros Potencialmente Peligrosos
Los perros potencialmente peligrosos (PPP) son aquellos considerados como tal por su tremenda fuerza y gran temperamento. Pero a menudo se confunden estas características con agresividad, nada más lejos de la realidad.
Sabemos que los perros clasificados como potencialmente peligrosos son perros fuertes, tenaces y valientes, pero ¿es esa una verdadera razón para catalogarlos como peligrosos?
La realidad es que todos los países tienen su legislación acerca de este tipo de perros, pero ninguno está de acuerdo en los integrantes de la lista, por ejemplo: en España el Rottweiler es una raza considerada potencialmente peligrosa, en cambio, en Alemania, el Rottweiler es un perro pastor, simplemente.
Estas claras desigualdades en las listas de perros potencialmente peligrosos hacen resaltar que el problema no es del perro sino de la educación que el perro reciba y del cuidado que tenga su dueño con él.
Educación de PPP
Los perros clasificados como potencialmente peligrosos suelen tener un carácter fuerte, así que centrarse en su educación y socialización es importante. Lo cierto es, que cualquier perro puede presentar un carácter testarudo, así que deberá recibir una atención igual, ya que cualquier perro mal educado puede resultar peligroso para las personas.
A la hora de adoptar a un perro potencialmente peligroso hay que tener en cuenta si vas a tener tiempo que dedicarle: has de prestar atención a su comportamiento para poder corregir cualquier conducta agresiva o dominante y tener tiempo para sacarlo a la calle, que se relacione con otros perros y haga ejercicio diariamente.
Si hay niños en casa es importante no crear celos entre ellos, que puedan ver a los pequeños es bueno para ambos, niño y perro crecerán juntos y se harán amigos inseparables, creando un vínculo especial. Siempre habrá que demostrarle al perro quien es el jefe de la manada, pues a veces, si la relación con el niño es muy fuerte, pueden entrar en un estado de protección feroz y no querer que nadie toque al niño. Hay que evitar esto en todo momento, mostrando al perro cual es su lugar.
Además, es importante que el perro tenga relación con otros perros y otros animales lo antes posible. Las relaciones que tenga siendo cachorro condicionarán su comportamiento con otros individuos en el futuro, y nos ahorraremos problemas de que persiga a otros seres vivos.
Una actitud severa y firme es importante para demostrarle quién manda. No hay que sentir pena por ellos y es preciso aplicar correctivos cuando sea necesario. Ser serios con ellos en los momentos que lo requieran no implica que el resto del tiempo no podamos ser cariñosos, puesto que suelen ser perros muy amorosos con su familia y pedirán mimos la mayor parte del tiempo.
La Normativa española
La legislación vigente en España se rige por las siguiente leyes:
Antes de adoptar o comprar un perro considerado como potencialmente peligroso, o durante su etapa de cachorro, tendrás que obtener la licencia administrativa correspondiente, que se otorga tras pasar unas pruebas de aptitud psicológica. Además, la ley dice que siempre tendrás que llevarla contigo.
El can deberá ser inscrito en el Registro Municipal de Animales Potencialmente Peligrosos a través de la Junta Municipal de Distrito.
En lugares públicos, el perro tendrá que ir siempre atado y con bozal. La correa deberá medir menos de dos metros y nunca ser de tipo extensible.
Es necesario contratar un seguro de responsabilidad civil para perros potencialmente peligrosos, que cubra los gastos que pueda ocasionar el perro.
En algunos países, la posesión de perros considerados potencialmente peligrosos, o cruce de alguna de estas razas, directamente está prohibida, llegando incluso a sacrificar a los ejemplares que crean necesarios.
Vídeo de César Millán hablando sobre los perros potencialmente peligrosos
En este vídeo, César, El encantador de perros, nos explica que cualquier perro es bueno con una educación y una energía adecuadas, por muy demonizado que esté por la sociedad.
Yo creo que no hay perro peligroso, si no dueño peligrosos.