Trosky y Frida, los gatos de Urien

Lo gatos de Urien

Trosky y Frida son los gatos de Urien.

Lo que Urien nos cuenta de Trosky y Frida

A Trosky lo saqué de una camada de 11 gatitos (de raza Rallado Ruropeo, ojos amarillos y delgado) cuya dueña estaba que se subía por las paredes porque necesitaba colocarlos pronto. Tenía dos meses. Yo fui el primero y, a pesar de que por fotos le indiqué otro misino, ella me entregó al que le dio la gana y todavía pienso que me dio a Trosky a conciencia: es un maldito huracán con patas. No para quieto ni los días más calurosos. Su hiperactividad puede arruinar la vida de más de uno si no es paciente.

Entre las cualidades de Trosky destacan la de despertarte a las 5 de la mañana a maullido limpio, colarse en la ventana del vecino, meter la cabeza entera en cualquier vaso (con agua o sin ella), pegarse maratones extremas de punta a punta de la casa haciendo de ello su «running» personal. Se lo come todo y quema lo que se ha comido y un poco más. Su pasatiempo favorito es maullar porque sí.

A Frida la rescaté de un hogar (también de raza rallado europeo, ojos azules claros, gordis) cuya dueña no la tenía muy bien cuidada. Estaba inmensa y con un pelo horrible. La adopté con 2 años y medio porque quería una compañera para el caótico Trosky. Tiene tendencia a escaparse si le dejas la ventana abierta durante la noche pero siempre vuelve. Es extremadamente desconfiada y, paradojicamente, muy muy muy cariñosa.

Si Trosky es el adolescente indomable… ella es, sin lugar a dudas, la señorona del castillo que se pasea por ahí como si todo fuera suyo. Es muy pachorra y tranquila pero de tanto en tanto te la encuentras jugando con Trosky (contra su propia voluntad, pero bueno).

Son más que mis compañeros… son parte de mi familia. Me habría vuelto loco sin ellos y, aunque ellos no sean conscientes, me han ayudado en algunos momentos personales de gran dificultad. Me duele ver como se quedan solos la mayor parte del día y cuando llego a casa apenas puedo dedicarles un rato. Sólo espero que se hagan buena compañía el uno al otro hasta que llegue del trabajo y pueda acariciarles hasta que me canse (aunque suele ser al revés).

Fotos de Trosky y Frida



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