El perro anciano

Un perro puede empezar a considerarse anciano a partir de los nueve años, aunque en perros pequeños esta edad se amplía unos años más, hasta los 11 ó 12 aproximadamente.

El perro anciano

Los progresos en cuanto a nutrición y sanidad han alargado la esperanza de vida canina, por lo que los perros ahora viven unos años más, al igual que sus dueños. Pero los achaques de la edad siempre pasan factura y hay que prestar atención a los síntomas externos para actuar correctamente con ellos.


Es importante saber cuáles son los principales problemas que pueden afectar a los perros ancianos para poder prevenirlos, retrasarlos o sanarlos durante sus primeras fases, ya que a medida que pasa el tiempo, se va debilitando el organismo que, con la edad, entorpece las principales actividades vitales.

Se pueden observar exteriormente tres señales clave de que un perro es anciano:

  1. Pelo canoso, sobre todo en la cara, piel menos elástica y más rugosa.
  2. Conducta más tranquila, sosegada, menos dinámica. El sistema nervioso anciano es el causante de los primeros síntomas de la vejez, ya que funciona más despacio.
  3. Menos tónico óseo y muscular, con evidente delgadez y paso rígido. La reducción de masa muscular (aparente delgadez) se debe a la disminución de la actividad física y a la aparición de dolores óseos debido a una artritis degenerativa, lo cual obliga al animal a moverse con una mayor rigidez, con menos seguridad.

Es fundamental prestar atención al comienzo de la madurez del perro y acudir al veterinario periódicamente, ya que la observación, el análisis y otras pruebas pueden detectar desde problemas visuales, auditivos u obesidad hasta dolencias que pueden afectar a partes esenciales de su organismo, manifestándose como insuficiencia renal, trastornos gastrointestinales, enfermedades cardíacas o cáncer.

Observación del perro anciano

Es importante tener bajo control los órganos internos del perro, del cual podemos observar con menos facilidad una disfunción. Los aparatos respiratorio, cardiocirculatorio y renal, además de problemas propios que crean inconvenientes locales, pueden afectar a todo el organismo, por lo que son potencialmente más peligrosos.

Los problemas respiratorios obstaculizan, indirectamente, el funcionamiento cardíaco. Un mal funcionamiento del corazón da lugar a trastornos circulatorios y de oxigenación, que pueden afectar a la respiración (edema pulmonar), a la actividad cerebral (desfallecimientos) y a la filtración renal. Una insuficiencia renal impide la adecuada filtración y depuración sanguínea, dando lugar a la retención de sustancias tóxicas y eliminando, en cambio, sustancias útiles necesarias, dando lugar a la deshidratación y desnutrición.


Por tanto, es importante controlar la respiración de nuestro perro anciano en cuanto a su frecuencia, la tos y la amplitud y regularidad de la elevación de la caja torácica.

En cuanto al corazón debemos vigilar la fatiga, el aumento de sed y la tos debida a emociones o excitaciones, sobre todo por la mañana. El cuidado del corazón se realiza mediante controles veterinarios, secundados en caso necesario por radiografías, ecografías electrocardiogramas y análisis de sangre.

Respecto a los riñones, conviene controlar la sed, la cantidad y el aspecto de la orina evacuada. La actividad renal se controla llevando al veterinario periódicamente (cada 4-8 meses) una muestra de orina de nuestro perro anciano para efectuar un análisis rutinario.

perros ancianos

Alimentación del perro anciano

La alimentación para perros viejos debe cumplir sus necesidades nutricionales y también ser capaz de no complicar ciertas enfermedades.

La sal no es necesaria para nuestras mascotas. El cloruro de sodio produce mucha sed en el animal, hipertensión vascular y, por tanto, fatiga del corazón. Esto da lugar a problemas respiratorios, dolores y cansancio renal por el exceso de agua que ingerirá el perro.

La alimentación debe ser regular, evitando las comidas pesadas o muy concentradas. El veterinario puede recomendar una dieta para tu perro, preparada para evitar los problemas de la vejez. En cuanto a comida casera, lo más recomendable es preparar carne de buena calidad (no grasa) hervida, arroz o pasta, requesón y el correspondiente complejo vitamínico para complementar y que no le falte nada.

La obesidad y el exceso de peso son responsables de muchos daños orgánicos y la disminución de la esperanza de vida de nuestras mascotas. Afecta a la movilidad, estresa excesivamente las extremidades, carga exageradamente la columna vertebral a lo largo, la grasa se acumula alrededor de los pulmones creando obstáculos para el paso del aire, déficit respiratorio, exceso de trabajo y fatiga cardíaca. El colapso cardiocirculatorio y las insuficiencias orgánicas, una vez ya determinadas, son ya irreversibles.

Reflejo propioceptivo

El reflejo de la propiocepción deberá considerarse con atención, especialmente en perros de talla grande y gigante.

Es importante evaluar la sensibilidad y el grado de percepción de la superficie dorsal del pie (reflejo propioceptivo) regularmente en el perro adulto. Se realiza colocándose detrás del animal, colocando una mano o brazo por debajo de su abdomen, ayudándole a mantenerse un poco levantado. Con la otra mano se sujeta uno de los pies del perro y se dobla de forma que la superficie dorsal de los dedos quede en contacto con el suelo.

Si todo funciona correctamente, la información nerviosa sensitiva alcanza el cerebro, se hace consciente y determina la reacción por la que el perro mueve el pie y lo devuelve a la posición natural.

Si hay una carencia de la propiocepción, no hay conciencia sensitiva y el pie queda en la posición incorrecta. Por lo que se debe examinar la otra extremidad.

Esta prueba es específica para evaluar la conducción nerviosa, por lo que debería formar parte de la rutina de revisión del perro, ya que, además, es muy fácil de realizar.

Cuidados del perro anciano

Es importante tener paciencia con nuestros compañeros viejitos. Su vitalidad se apagará poco a poco y se tirarán más tiempo parados. Es bueno proporcionarles lugares de descanso cómodos y blandos para prevenir callosidades y úlceras y también mejorar su descanso y evitar dolores.

La vista y el oído se vuelven cada vez menos eficientes, por lo que nuestro perro a veces puede que no nos haga caso o puede parecer desorientado, tardando más en reaccionar. No debemos pensar que no nos obedece, sino que no es capaz de detectar nuestra llamada por lo que es importante no perderles de vista para que no se pierdan. En cuanto a los paseos diarios, el perro puede que necesite trayectos más cortos debido al cansancio.

Un buen cepillado activa la circulación y proporciona un mejor aspecto. Además facilita la detección de síntomas de alopecia, dermatitis o el hallazgo de bultos cuya condición debe diagnosticar el veterinario.

Importante también prestar atención a sus uñas, para evitar que se enquistan y produzcan molestias e infecciones que puedan complicarse.

Los dientes también deben ser revisados periódicamente para detectar problemas de encías o posibles infecciones que afecten al perro a la hora de alimentarse debido a dolores o falta de piezas.

Por último, pero no menos importante, debemos darles todo el cariño posible, debemos devolverles todo el amor que nos han dado años atrás y ser pacientes con ellos, pues se lo merecen.


1 comment

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  • Se hace difícil ver como tus compañeros se van haciendo viejitos y se apagan poco a poco, Mi Dali ya va siendo mayorcita.