Tipos de peleas de perros
Hay diversos motivos por los que se producen las agresiones y peleas entre perros. Las peleas que se dan son de diversos tipos, conocerlas ayuda a evitarlas y suavizar los conflictos.
Peleas entre machos adultos
Por naturaleza, los machos tienen una mayor tendencia a desarrollar conflictos agresivos.
Los motivos por los que los machos adultos se pelean pueden ser varios:
- Competitivo (jerárquico y social): se exterioriza cuando dos individuos intentan alcanzar el mismo recurso al mismo tiempo o cuando intentan instaurar una relación de dominio-sumisión.
- Intrasexual: es un conflicto que se manifiesta de manera espontánea debido a la presencia de individuos del mismo sexo. Es más frecuente en machos que en hembras.
- Territorialidad: se presenta cuando un individuo externo a la manada invade el área en el que vive otro individuo o grupo
- Sexo: la presencia de hembras en celo en el entorno despierta la agresividad entre los machos.
- El miedo: los estímulos que el animal interpreta como amenaza provocan una respuesta agresiva, sobre todo cuando éste no puede huir.
Por lo general, los perros tienden a inhibir su mordida y no de sean causar daño, quedando el asunto en una reyerta para ve quién es más fuerte y manda más. Aunque existen excepciones, ya que depende del carácter del perro y, en ocasiones de su raza.
Peleas entre hembras adultas
Generalmente, las hembras pelean por motivos competitivos, de tipo jerárquico y social, y con menos frecuencia que los machos entre ellos.
Lo más común es que las hembras no muestren mucha predisposición a pelear, pero este tipo de peleas, son extremadamente peligrosas cuando suceden, pues las perras no inhiben la mordida como los machos y el factor hormonal femenino es más fuerte, por lo que en algunos casos pueden desencadenar en la muerte de su oponente.
Peleas de jerarquía entre un macho y una hembra
Las peleas entre machos y hembras no suelen ser habituales, pues la hembra asume la dominancia natural del macho sobre ella, de manera que el conflicto suele ser evitado. Un macho no tiene intención de lastimar a una hembra y lo común es que sea permisivo y lúdico con ella.
En el caso de que se produjese un conflicto entre ellos, sería muy peligroso, dado que las hembras son más agresivas y no inhiben la mordida, dando lugar a una reyerta que podría comprometer la integridad física de ambos.
Peleas entre cachorros
Durante las primeras ocho semanas de edad, los cachorros asimilan diferentes procesos de aprendizaje, interaccionan con otros cachorros de la camada e intensifican el juego, poniendo en práctica un gran abanico de respuestas sociales y perfeccionando el lenguaje corporal para garantizar la comunicación entre ellos.
Durante ese tiempo, también asimilan el comportamiento hostil, así como las relaciones de dominancia social, la sumisión, la autoestima, la asociación y formación de grupos, los patrones de comunicación, la conducta sexual y maternal y la territorialidad que van apareciendo a lo largo de las etapas de crecimiento.
Los juegos en esta etapa no son preocupantes ya que suelen ser lúdicos y con una fuerza y energía proporcional entre ellos, aún así es importante mantenerse alerta para garantizarlo.
En la siguiente etapa de crecimiento, de tres a seis meses, es necesario que los cachorros continúen con su socialización con cachorros de diferentes tamaños, razas y caracteres para que aprendan a comportarse frente a perros extraños. Este tipo de interacción deberá ser vigilada con más empeño, pues los cachorros de menor tamaño pueden salir dañados.
Peleas entre un cachorro y un adulto
Los adultos, por lo general, no querrán lastimar a un cachorro, sin importar el sexo. El instinto natural hace que los adultos proporcionen atención, cuidados y protección a los cachorros, hasta que hayan alcanzado la madurez sexual. No obstante, siempre existen excepciones.