Atila, el perro salvador ha fallecido

Atila ha sido uno de los perros de rescate más efectivos y con más reconocimientos de España, siendo uno de los que ha participado en más misiones, totalmente efectivas y que llegaron a buen puerto. Este preciado animal pertenecía al Grupo de Intervención en Catástrofes,  siendo equipos que se mantienen bajo la protección de organismos tales como la ONU.

Ahora tanto el país, especialmente Fuerteventura la zona a la que pertenecía, y  su dueño José Manuel Pérez, están muy tristes por la muerte de Atila, uno de los perros salvadores más queridos de España. Él de hecho llegó a participar en campañas de rescate en Turquía y en las mismas islas de Fuerteventura, logrando salvar la vida de pequeños inocentes que desaparecieron.

Atila, el perro salvador ha fallecido


José está triste y lamenta la noticia, manifestando que ahora será difícil encontrar a un perro como Atila, ya que con él había sentido mucha complicidad, dando a entender que fue tanto un compañero de trabajo excelente como un buen amigo, demostrando de nuevo que los animales tienen mucho que dar en situaciones de ayuda y rescate, favoreciendo la harmonía entre trabajadores humanos y canes.

Atila, de hecho, llegó muy pequeño, de cachorro a España, habiendo sido entrenado para desempeñar su puesto de trabajo. El perro perteneció a una estirpe de trabajo reputada, ya que su abuelo también ejerció esta profesión. En el centro de trabajo ya ha dejado un gran hueco y todos se han acercado a José Manuel para expresar su apoyo en estos días en los que él echará en falta a su compañero. Ahora seguramente buscarán un nuevo cachorro, aunque nada será lo mismo.

Atila llegó a compartir hogar con su compañero y dueño en su misma casa, por lo que el dolor del trabajo se une también a un miembro menos en la familia, la tregua perfecta a la hora de superar la muerte de un miembro querido en el núcleo familiar, es asimilar que esto ha sucedido porque tenía que pasar y porque la otra persona/animal ya ha vivido todo lo que tenía por vivir. ¡Todos tenemos nuestro tiempo y éste se termina en el momento que debe! ¡Descansa en paz Atila!


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