Lo que fueron las razas de perro y lo que son ahora
Podemos decir que el perro ha sido moldeado al gusto y necesidad del hombre. Si bien es cierto que ocurre lo mismo con los gatos y otros animales domésticos, especialmente el ganado, que ha sido seleccionado a lo largo de generaciones para cubrir nuestras expectativas de abrigo, alimento y servicio, los perros son, sin duda, los más cambiados desde su origen.
Diferencias tan grandes de tamaño, aspecto, pelaje, funciones, etc., no se ven en ninguna especie, excepto en el perro, Canis lupus familiars. Los humanos fueron seleccionando ejemplares caninos hasta configurar las diferentes razas que existen hoy día, según las necesidades de la época.
A día de hoy, la necesidad se ha convertido en pura estética y se ha dejado de lado la funcionalidad y salud de los perros en muchas razas. En cien años los rasgos de los canes se han exagerado extremadamente y esto puede comprobarse en los desfiles de concursos caninos e incluso en las calles.
Por suerte, ya hay criadores que han empezado a preocuparse por volver a tener ejemplares más sanos, con menos problemas y más semejantes a sus antepasados, aunque esto signifique tener que alejarse de los estándares de raza arbitrarios que miden la altura a la cruz o el ángulo en el que se implanta su nariz, para descartar animales por pequeñas «anomalías».
No ha pasado lo mismo con todas las razas, por fortuna, sigue habiendo perros de trabajo saludables y realmente funcionales. El problema radica en aquellas razas en las que se ha ido a buscar la exageración: perros de morro casi ausente, perros con tronco muy muy largo, perros con menos de dos kilos de peso, perros paticortos y perros con las caderas tan estrechas que tienen dificultades para parir a sus propios cachorros.
Un claro ejemplo es el del Bulldog Inglés: su esperanza de vida es muy corta y tiene grandes y numerosos problemas de salud, asociados a su aspecto potenciado de morro extremadamente corto.
Podemos comprobar en las imágenes cómo han cambiado las proporciones de las cabezas, la caída del lomo, la longitud de las patas, en relación al tronco también en el Pastor Alemán y el Jack Russell.
Este tipo de cría no hace ningún favor a los perros, pues se busca lo extremado en detrimento de lo funcional, de lo saludable y lo recomendable.
Se empieza a considerar que criar determinados ejemplares para que sufran y mueran prematuramente, es maltrato animal.
En conclusión: los perros de raza son tan maravillosos como los mestizos, pero buscar la exageración de sus rasgos sólo provoca la mala calidad de vida del animal, cuando lo que debemos hacer es darle una buena vida a nuestras mascotas.