Los perros de asistencia y terapia
Los perros de asistencia y terapia son aquellos utilizados para brindar apoyo a personas que lo necesitan, ya sea por discapacidad física, psíquica o problemas emocionales.
Los perros de asistencia
Los perros de asistencia son utilizados para apoyar, proteger a personas que lo necesitan, ya sea por sufrir discapacidades físicas o psíquicas, problemas emocionales o patologías que necesitan de asistencia inmediata.
Los diferentes tipos de perros de asistencia a personas son:
- Perros de servicio: trabajan para ayudar a gente con discapacidad física en general: personas en silla de ruedas, con problemas de equilibrio, con dificultades para caminar, etc. Es decir, son aquellos perros adiestrados para auxiliar a personas con discapacidades físicas en el desarrollo de labores cotidianas en su entorno privado y externo.
- Perros señal o perros para sordos: ayudan a discapacitados auditivos, reconociendo distintos de sonido para indicar la fuente de procedencia.
- Perros guía: ayudan a personas invidentes o con algún tipo de discapacidad visual, acompañándoles, conduciéndoles y auxiliándoles. De su adiestramiento se encarga la Fundación ONCE del perro guía.
- Perros de alerta médica: avisan de una alerta médica a aquellas personas que padecen diferentes patologías que pueden llegar a comprometer su vida. Estos perros alertan a personas con enfermedades como la diabetes tipo 1 o la epilepsia.
- Perros de TEA: contribuyen a mejorar los niveles de seguridad, aumentar la socialización y mitigar las conductas disruptivas de personas con trastorno del espectro del autismo.
Los perros de terapia
Además de los perros de asistencia existen los perros de terapia o perros de ayuda social, cuyas labores están englobadas dentro de las Intervenciones Asistidas con Animales (IAA). Con este tipo de perros se trata de ayudar a los terapeutas en su labor de mejorar la salud emocional de los pacientes que lo necesitan, proporcionándoles actividades de interacción con canes.
Los perros de terapia están destinados a discapacitados psíquicos y personas con trastornos psicológicos. Además, con ellos también se trabaja en residencias de ancianos, centros penitenciarios, centros de ayuda a drogodependientes, etc.
La Intervención Asistida con Animales engloba numerosas actividades con los perros de terapia:
- Terapia Asistida con Animales (TAA): la TAA se basa en el vínculo persona-animal para conseguir unos objetivos terapéuticos. El perro, el educador y el propietario deben cumplir unos criterios específicos para poder trabajar entre ellos. Esta terapia está diseñada para promover la mejora del funcionamiento físico, social, emocional y/o cognitivo y puede ser individual o en grupo. Un equipo profesional de la salud experto en la materia es quien dirige este tipo de terapia.
- Educación Asistida con Animales (EAA): la EAA es una intervención basada en el vínculo persona-animal para conseguir unos objetivos terapéuticos. El perro, el educador y el propietario deben cumplir unos criterios específicos para poder trabajar entre ellos. Esta terapia está diseñada para promover la mejora del funcionamiento físico, social, emocional y/o cognitivo y puede ser individual o en grupo. Un equipo profesional de la salud experto en la materia es quien dirige este tipo de terapia.
- Actividades Asistidas con Animales (AAA): las AAA son actividades desarrolladas con la ayuda de animales que dominan unos requisitos específicos. Son actividades de carácter informal, por lo que tienen cierta flexibilidad y espontaneidad. Buscan la interacción entre la persona y el animal estimulando la motivación, la socialización, la educación y otros beneficios que puedan aumentar la calidad de vida. Estas sesiones no necesitan ser evaluadas, por lo que no están dirigidas por un profesional de la salud o la educación.
Sobre los perros de asistencia y terapia
Los perros de asistencia no son perros cualquiera, son capaces de ayudar a personas a superar sus limitaciones y las barreras de su entorno. Cualquier persona con condiciones físicas o psicológicas que limiten sustancialmente su vida, pueden tener un perro de asistencia. Los perros de asistencia no sólo son útiles por la ayuda que prestan en situaciones cotidianas, sino que además son importantes en la ayuda emocional que brindan, dando confianza y seguridad al usuario.
Cualquier raza canina puede ser perro de asistencia, lo importante es su capacidad de adaptación a la función que va a desempeñar, que sea de carácter dócil, afectuoso, tranquilo y con un comportamiento previsible. Además, debe de ser de un tamaño adecuado a las necesidades de la persona que lo necesita. Durante su adiestramiento se comprobará que sea obediente, equilibrado, sociable y con iniciativa.
Los perros de asistencia mejoran la calidad de vida de los usuarios. El 90% de las personas en silla de ruedas prefiere tener a un perro de compañía que tener una silla eléctrica para manejar; el perro no sólo tira de la silla en caso de ser necesario, sino que también es un amigo y un compañero.
Antes de adquirir un perro de asistencia se debe estar seguro, debe ser una decisión bien pensada e informarse primeramente sobre las capacidades y limitaciones de estos canes y, sobre todo, el impacto que pueden tener sobre el estilo de vida de la persona con discapacidad que lo adquiere, así como de las personas que conviven con ella.
Persona y perro forman un equipo, juntos son una unidad capaz de superar muchas dificultades físicas y emocionales.