¿Pueden los perros sentir odio?
Siempre hemos hablado de historias de amor y protección de los perros hacia los humanos, pero lo cierto es que hay casos en los que ellos pueden sentir odio.
Aunque no es lo habitual, nos encontramos con perros que sienten odio hacia las personas, en aquellos animales que previamente han vivido alguna situación de desamparo o violencia doméstica con alguno de sus dueños en etapas anteriores.
Los perros que han sufrido de ataques y golpes en sus primeros meses de vida, son los que más pueden arrastrar emociones negativas, aportando después miedo y dolor que se traduce en malas relaciones con los humanos. Aunque, al igual que ocurre con las personas (que cada una tiene un carácter específico), ellos pueden reaccionar de manera muy diferente.
Por ejemplo, hay perros que tras haber sido agredidos, sobre todo de cachorros, toman manía a las figuras y cuerpos que se parecen a sus maltratadores, pudiendo después desarrollar una conducta agresiva con ellos, si los vuelven a adoptar.
Otros, sin embargo, se refugian en el miedo, siendo esquivos e intentando alejarse de la figura humana, lo más posible.
Un remedio eficaz contra los perros que sienten odio hacia las personas, es el tiempo, la precaución y sobre todo la paciencia. Una buena manera de educar de nuevo a los perros y de acostumbrarlos a vivir tranquilos es darles su sitio en casa, no forzarles a dar muestras de cariño, no gritarles y siempre darles la comida a las horas, el descanso y los paseos que necesitan.
Muchos perros que han sentido miedo durante la época adulta se han vuelto a encariñar con sus nuevos dueños, al ver que no hay peligro y es que ellos sienten al igual que nosotros, teniendo que sanar sus corazones para que vuelvan a amar de nuevo.
Si estás intentando adoptar a un perro mayor, intenta hablarle, mimarle sin exceso al principio, para que vea que puede confiar en ti, poco a poco se irá dando cuenta de que no todos los humanos son peligrosos, siendo de nuevo felices en una familia, formando parte del hogar. ¿Conoces alguna historia de un perro que se haya adaptado bien a su nueva familia? ¡Comparte!