Cartilla de vacunación de perros
Cuando decidimos incorporar un perro a nuestra familia, debemos comprobar en qué estado de salud se encuentra, así como las vacunas que necesita. Normalmente, si el perro es adoptado siendo cachorro, le faltarán todas las vacunas o la mayoría; los criadores suelen entregar a los perros con algunas vacunas puestas y las protectoras también, pero debemos asegurarnos y responsabilizarnos de que lleve todas las vacunas al día.
Es fundamental vacunar a nuestra mascota para evitar que padezca enfermedades como Moquillo, Parvovirosis, Hepatitis, Leptospirosis o Rabia. Las vacunas para estas patologías son obligatorias, pero además podemos elegir si vacunarles contra Traqueobronquitis (tos de las perreras), Piroplasmosis y Coronavirus. Algunas de estas afecciones pueden llegar a ser mortales, por lo que la vacunación es una acción preventiva que puede llegar a salvarle la vida.
Es importante acudir a un veterinario de confianza que nos aconseje cuáles son las más adecuadas para nuestro perro y el mejor momento para administrarlas. Además, podremos plantearle las preguntas acerca de por qué ponerle esas vacunas a nuestro compañero y nos resolverá todo tipo de dudas.
Método de actuación de las vacunas
Con las vacunas se inocula en el cuerpo de la mascota un patógeno atenuado (que apenas tenga capacidad de infectar pero que pueda ser detectado), con la intención de que el organismo y el sistema inmune lo localicen y provoquen la explosión de defensas. Estas defensas no duran para siempre en el cuerpo, por esto es necesaria la revacunación, para que tu perro esté siempre protegido.
La vacuna de una enfermedad debe proporcionarse cuando los anticuerpos del perro no existan o sean muy bajos. Si no la vacuna no tendrá ningún tipo de efecto en el organismo, razón por la cual el veterinario nos entregará un calendario de vacunación de nuestro perro.
Vacunar a un cachorro
Es vital vacunar a nuestro cachorro, ya que su sistema inmune aún es débil. Antes de vacunarlo deberá ser revisado por el veterinario para asegurarse de que no tenga parásitos internos que podrían provocar que las vacunas no fueran lo suficientemente eficaces.
El calendario vacunal estándar aconseja comenzar a vacunar al cachorro a partir de la sexta semana de vida como muy pronto e ir repitiendo la vacunación durante las siguientes semanas:
No obstante, hay factores que podrían influir en la programación del calendario vacunal: el estado inmunológico del cachorro y la posesión de parásitos, la zona de residencia y las rutinas de su nueva familia podrían provocar la exposición del cachorro a enfermedades con más facilidad. Por eso es importante hablar con el veterinario acerca de su calendario. Cuando el perro esté vacunado podrá salir a la calle y comenzar a socializar con otros perros.
Además, el calendario de vacunación puede variar dependiendo del veterinario y el país donde se encuentre el cachorro.
Vacunar a un perro adulto
Aunque tu perro sea adulto, debería acudir, al menos, una vez al año al veterinario para una revisión. No es necesario acudir al veterinario sólo cuando nuestro compañero esté enfermo. A los perros adultos se les suele vacunar cada uno o dos años con una inyección multivalente que cubre las enfermedades importantes.
Posibles efectos secundarios de las vacunas
Aunque vacunar es favorable para la salud de nuestro perro, también es necesario tener en cuenta que, en algunas ocasiones, la inyección puede provocar efectos adversos para algunos perros, siendo los más comunes en cachorros letargia y fiebre.
Podemos ver que a veces, tras vacunar a nuestro perro, está más apático, peo los síntomas remiten a las pocas horas, por lo que no es un hecho alarmante. Si, por lo contrario, comprobásemos que al perro le subiera la fiebre, sería necesario acudir al veterinario para que le administre algún antipirético puntual.
En otros casos es posible que se forme un quiste en la zona en la que el perro ha recibido la inyección, ya sea por la sensibilidad a determinadas vacunas o porque no ha parado de moverse durante la punción.
Otra posibilidad es que el perro sea alérgico a la vacuna, concretamente a sus excipientes, lo cual indica que no se debe volver a utilizar esa marca en las próximas revacunaciones. Las reacciones alérgicas se detectan en forma de abones por todo el cuerpo, inquietud y rascado de todo el cuerpo y cabeza. A veces puede aparecer hinchazón de la cabeza y fiebre. Lo indicado es acudir al veterinario para que le suministre la medicación adecuada para reducir los síntomas alérgicos. En casos extremos el perro puede llegar a presentar problemas gastrointestinales, respiratorios y cardiovasculares.
¿Y si no quiero vacunar a mi perro?
La rabia es una enfermedad muy peligrosa transmisible al ser humano. Es altamente recomendable aunque no sea obligatoria, por si el perro saliera de España o llegara algún perro foráneo que se lo pudiera contagiar.
El moquillo y Parvovirus son también enfermedades muy comunes en los cachorros. Generan síntomas muy fuertes en los perros y pueden llegar a producir su muerte.
Por eso es muy importante que cada año vacunes a tu perro. Tienes que proteger la salud de tu mascota y la de tu familia.
Muy buena explicación!