Embarazo psicológico en perras
El embarazo psicológico es un comportamiento que se da en hembras no esterilizadas que puede derivar en problemas de salud bastante serios.
El embarazo psicológico o pseudogestación, es un fenómeno fisiológico que pueden padecer algunas hembras caninas no castradas, tras haber pasado aproximadamente tres meses del celo. Durante este proceso aparecen los mismos síntomas, tanto de comportamiento como fisiológicos, que podría presentar una perra embarazada de verdad.
No se trata de una enfermedad. El embarazo psicológico es un desajuste hormonal que se manifiesta con síntomas físicos como: aumento del tamaño mamario, producción de leche y abdomen inflamado. Los síntomas psicológicos son: inquietud, tratar objetos o juguetes como si fueran cachorros, nerviosismo y, en algunos, casos síntomas de parto.
El embarazo psicológico se produce aproximadamente a los tres meses de pasar el celo. Durante el celo, el organismo produce progesterona para preparar a la perra para ser madre, no obstante, la pseudogestación se produce cuando la hormona se mantiene en el cuerpo más tiempo del debido y termina produciendo, además, prolactina, la hormona que estimula la lactancia, dando lugar a los síntomas de embarazo pero sin cachorros.
La mitad de las hembras no castradas experimentan un embarazo psicológico presentando los síntomas en mayor o menor medida. Según los estudios el embarazo psicológico es un mecanismo de supervivencia desarrollado en la especie canina: en estado salvaje, en caso de que la madre biológica de una camada haya muerto, otra hembra es capaz de criar a esos cachorros.
Este comportamiento es mantenido aún en los lobos. Cuando la loba dominante de una manada da a luz, el resto de lobas presentan pseudogestaciones con el propósito de colaborar con la madre biológica a la hora de amamantar a la camada. De esta forma las posibilidades de que los cachorros salgan adelante se multiplican. Así pues, se trata de un mecanismo que asegura la reproducción de los individuos con mejor dotación genética del grupo.
Síntomas del embarazo psicológico
Los cambios físicos son los más evidentes:
- Aumento de peso.
- Hinchazón de las mamas.
- Producción de leche o líquido seroso.
- Abdomen abultado.
- Flujo vulvar.
Los cambios en el comportamiento se manifiestan de diferente forma según el carácter de la perra:
- Alteración del apetito. Puede aparecer inapetencia que puede derivar en alteraciones más graves como la bulimia o la anorexia.
- Nerviosismo.
- Gimoteo constante.
- Carácter inseguro, susceptible a mostrarse tanto temerosa como agresiva.
- Preparación maquinal del supuesto futuro parto. Preparación del nido.
- Instinto maternal exagerado: la perra adopta cualquier objeto o juguete que trata como a sus propios cachorros, mostrándose violenta ante cualquier intrusión.
Tratamiento del embarazo psicológico
El embarazo psicológico,en principio, no necesita ningún tratamiento, ya que los síntomas desaparecen por sí solos con el paso de los días. Sin embargo, hay situaciones en las que sí es necesario tratamiento, como en el caso de una excesiva producción de leche, que pueda causar mastitis o trastornos graves de conducta en la perra. El veterinario es quien debe recetar la medicación en caso de considerarlo necesario.
Los antiprolactínicos son los medicamentos utilizados para tratar a las perras que padecen pseudogestación, y actúan disminuyendo la prolactina. En el caso de presentarse trastornos graves de conducta, puede que sea necesaria la administración de ansiolíticos.
Los episodios de embarazo psicológico pueden repetirse en cualquier momento de la vida de la perra, por lo que si es propensa a padecerlos, la única solución preventiva es la castración.
Modo de actuación frente al embarazo psicológico canino
Si nuestra padece un embarazo psicológico debemos mantenernos pendiente de ella para intentar que la pseudogestación pase de la manera más rápida y leve posible. Es por ello que debemos llevar a cabo una serie de acciones respecto a la perra:
- Evitar que la perra se autoestimule las mamas con lamidos, para frenar la activación del mecanismo de secreción de leche.
- Reducir la cantidad de agua y de hidratos de carbono en la dieta de la perra, para restringir la producción de leche.
- Retirar del alcance de la perra los objetos que haya adoptado o pueda adoptar, como peluches o juguetes.
- Aumentar la actividad física de la perra.
Normalmente el desajuste hormonal remite en tres semanas, aproximadamente. Puede que durante el proceso de embarazo psicológico, así como después, la perra esté algo decaída y sensible. En esos momentos deberemos darle mucho cariño y apoyo para ayudarle a recuperar el equilibrio emocional.
Se deben de sentir muy mal,