Pautas de higiene canina
En el cuidado de nuestro perro, para evitar problemas de salud y de conducta, se han de tener en cuenta unas pautas básicas en su higiene.
La higiene de un perro implica una rutina en los hábitos de aseo: baño, uñas, cepillado y limpieza de dientes, ojos y oídos. Mantener al perro limpio es fundamental para asegurar tanto su salud como la de las personas con las que convive.
El cepillado del perro es importante para la adecuada higiene de nuestro compañero. El peinado del pelo del perro ayuda a eliminar el pelo sobrante por mudas y a eliminar los restos de suciedad que se adhieren al pelaje durante la actividad diaria del can. Además, con el cepillado podremos detectar problemas en la piel o la presencia de parásitos.
La frecuencia del peinado y el tipo de cepillo utilizado varían en función del pelaje del perro. Además, debemos tener en cuenta si nuestro perro necesita un corte de pelo además del cepillado, sobre todo en las épocas más calurosas.
El baño del perro con agua y jabón completa la higiene de la piel y el pelo de nuestra mascota. Lo recomendable es bañar al perro sólo cuando lo necesite, pues bañar a los perros con demasiada frecuencia puede provocar problemas en su piel y pelo.
El agua de baño debe respetar la temperatura corporal habitual del perro, que es de unos 39ºC. Es importante evitar que entre agua en sus oídos, no echando agua directamente sobre sus orejas levantadas; podemos optar por ponerles tapones de algodón como barrera contra el agua. Evitar el contacto directo del champú con los ojos es importante para no producirles picores o alergias. Es clave usar un champú adecuado para nuestras mascota, que tenga un pH adecuado a su piel y a su tipo de pelo.
La higiene dental es clave para prevenir el mal aliento y evitar infecciones y otras dolencias en la boca de nuestra mascota. Una buena rutina de aseo de la boca del perro evitará posibles problemas como inflamaciones de las encías, dificultades para comer o enfermedades más graves que pueden afectar al riñón o el hígado.
Se puede acostumbrar al perro a cepillarle los dientes un par de veces a la semana, aunque a veces resulta bastante complicado. Esto además, se puede complementar con mordedores que actúen como raspador, huesos para limpiarse los dientes y pan duro, que además de rascar el sarro también le aportará fibra.
Los oídos del perro deben revisarse y limpiarse para asegurarnos de que no hay indicios de infecciones ni cuerpos extraños en el interior de la oreja.
En el caso de los perros con orejas grandes y caídas, los oídos deben limpiarse semanalmente ya que sus considerables pabellones bloquean la entrada de aire al interior de los conductos auditivos, dificultando que la suciedad salga arrastrada de forma natural por la corriente y la cera. En cuanto a perros de orejas cortas o altas, la limpieza de las orejas puede rebajarse a dos veces al mes.
La limpieza de las orejas se lleva a cabo con una gasa enrollada en el dedo índice y puede completarse con suero para eliminar la cera del oído externo.
La limpieza de los ojos no debe olvidarse. Para eliminar las molestas y antiestéticas legañas basta con usar de manera cotidiana gasas humedecidas en suero fisiológico para arrastrarlas y eliminarlas; en el veterinario también poseen otros productos que nos pueden recomendar para la higiene de los ojos.
Con la higiene ocular prevenimos posibles infecciones como la conjuntivitis y además le dará a nuestro perro un aspecto más cuidado.
El cuidado de las uñas es importante para controlar su crecimiento desmesurado y evitar que se alarguen y se curven demasiado.
Unas uñas mal cuidadas podrían provocar problemas para el perro al andar. A algunos perros no se les desgastan las uñas de manera natural, por lo que debemos cortárselas y hay que prestar especial cuidado, ya que podemos dañarles si cortamos mal, además de utilizar cortauñas especiales para perros.
Aplicando estas pautas básicas de higiene canina ayudamos a prevenir la aparición de problemas de salud en nuestra mascota y le proporcionamos una mejor calidad de vida.
Chansey era tremenda para bañarla, te veía venir con la toalla y ya se escondía!