Perros rescatados de la calle: antes y después
Adoptar a un animal es un acto que conlleva siempre una responsabilidad muy grande. Adoptar a una mascota supone adquirir un compromiso de por vida, cosa que mucha gente no parece entender, por lo que antes de tomar la decisión, uno se debe plantear si está dispuesto a atender a su compañero hasta el final.
No pararse a pensar en las consecuencias de tener un perro, o cualquier otro animal en casa, provoca que mucha gente termine abandonando a sus mascotas, dejándolos en la calle a su suerte.
Las fotografías de hoy muestran el antes y el después de varios perros a los que se les ha otorgado una segunda oportunidad. Historias con final feliz.
Errol
Los anteriores dueños de Errol le habían maltratado, por lo que el pequeño no se fiaba de las personas y no dejaba que lo tocasen.
Tras mucha paciencia y cariño, Errol comenzó a confiar en las personas otra vez. Sus problemas de nutrición, de piel y de uñas fueron tratados y se solucionaron. Sin duda, sus cuidadores hicieron un gran trabajo, transformando al perro por completo.
Nero
Nero también sufrió maltrato por parte de algún monstruo; tenía problemas en la piel, heridas y una pata rota.
Pero Nero se convirtió en un perro precioso tras recibir cuidados. Ahora es un perro muy cariñoso y sociable.
Chester
La pequeña Chester fue recogida en Sri Lanka. Estaba llena de parásitos, tenía sarna y desnutrición severa con gran deficiencia de calcio, además de padecer una infección ocular que la dejó ciega de un ojo.
La Fundación Dogstar le dio el tratamiento necesario y Chester mejoró muchísimo, convirtiéndose en una cachorra preciosa.
Mango
Mango presentaba un aspecto demacrado y lamentable cuando le encontraron. Apenas le quedaba pelo debido a la sarna, tenía llagas por todo el cuerpo y se veía un ángulo extraño en una de sus patas. Pero Mango se convirtió en un perro muy diferente tras ser cuidado como se merece.
Theo
La «familia» de Theo lo abandonó cuando se mudaron de casa. Por lo visto, el perro no encajaba en su nueva vida. Su largo pelo creció sin cuidado alguno, enredándose y convirtiéndose en rastas y cúmulos de suciedad.
Por suerte, Theo encontró una nueva familia que le quiere y no piensa abandonarle.
Sidney
La pequeña Sidney vagaba por las calles de Sri Lanka enferma. Había sufrido maltrato y lloraba cuando alguien se le acercaba. Se encontraba llena de sarna y desnutrida.
Tras unos pocos meses de cuidado su aspecto cambió totalmente y desapareció su miedo. A día de hoy es una perra cariñosa, feliz y preciosa.
