La esterilización y castración en perros

El tema de la castración y esterilización en mascotas resulta controvertido para muchos dueños. Sin embargo, la mayoría no tiene claro si debería hacerlo o no y por qué, ni tampoco la diferencia entre castración y esterilización, así como sus beneficios y sus riesgos.

Esterilizar o castrar a nuestros animales para evitar que tengan camadas es un hecho importante para prevenir la sobrepoblación de mascotas y muchas terminen abandonadas. Hay muchos animales esperando un dueño en perreras y protectoras, por lo que evitar que tu perro críe, si no vas a poder mantener a todos los cachorros, es una responsabilidad.

Si tu perro vive en un lugar cerrado en el que tú puedes controlar cuándo ve a otros perros, es fácil evitar que haya un embarazo no deseado, pero si tu perro vive con otros perros o puede verse con otros vecinos, la esterilización y la castración son opciones a considerar.

El veterinario es quien mejor nos puede asesorar acerca de qué hacer y cuándo con nuestra mascota en cuanto a su vida fértil.

Castración y esterilización: diferencias

La esterilización es el proceso quirúrgico para evitar la reproducción. En el caso de los machos se lleva a cabo mediante vasectomía y en las hembras mediante ligadura de trompas. Con la esterilización los órganos sexuales quedan intactos, tanto en machos como en hembras, por lo que los perros mantienen la conducta sexual al no haber modificación de los procesos hormonales, de hecho las hembras siguen teniendo el celo, viniendo a ser un método anticonceptivo permanente.

La castración es la extirpación quirúrgica de los órganos sexuales, mediante la cual también se evita la reproducción. En los machos se extirpan los testículos (castración), en las hembras se extirpan los ovarios (ovariectomía OV) o se extirpan los ovarios y el útero conjuntamente (ovariohisterectomía OVH). En el caso de la castración, los procesos hormonales desaparecen, por lo que las hembras no tienen celo y los machos no buscarán a las hembras para aparearse.

Beneficios de la castración y esterilización de perros

La esterilización y castración de las mascotas puede aportar diversos beneficios, tanto para nosotros, como para ellas:

• Control de población: las perreras están llenas de perros esperando ser adoptados. Si buscas un perro de raza puedes encontrarlo allí y si no siempre tienes la opción de acudir a un criadero legal, en el cual podrás asegurarte de que los perros que vas a coger vienen de padres sanos y bien cuidados. Criar en casa y sin control no te asegura saber cuántos van a nacer, ni si vas a encontrar a gente de confianza para dárselos.
• La castración evita problemas asociados a los órganos sexuales: en la hembra evita embarazos psicológicos, piometra y algunos tumores mamarios; en machos evita tumores testiculares, tumores de glándulas hepatoides, hernias perianales y tumores y quistes prostáticos.
• Ahorro en dinero y limpieza: los dueños de hembras castradas no verán manchada su casa durante el periodo de celo.
• Disminución de tensión: los dueños de machos castrados no tendrán que estar pendientes de escapadas durante la época de celo, ni tampoco de peleas entre machos. La agresividad asociada a la sexualidad disminuye. Los dueños de hembras no verán a machos rondando sus puertas durante el celo de la perra.

Riesgos de la castración y esterilización de perros

Hay que tener en cuenta que, tanto la castración como la esterilización, son procedimientos quirúrgicos que se llevan a cabo bajo anestesia. Como todas las operaciones, conllevan un riesgo durante la intervención y durante la recuperación.

La castración no es 100% efectiva frente a enfermedades como la aparición de tumores, ya que pueden aparecer aunque no haya actividad hormonal. Además, hay estudios que revelan que algunos perros sufren trastornos de comportamiento tras la castración, pero también los sufren otros perros no castrados.

Si nuestro perro se encuentra en un lugar controlado del que no se puede escapar y siempre estamos con él durante los paseos, la opción de castrarlo estará en nuestras manos, sopesando los beneficios y los riesgos tras la consulta del veterinario.

Mitos sobre la esterilización y la castración de mascotas

Como ya sabemos, hay numerosos mitos alrededor de los perros y, entre ellos, algunos hablan sobre la esterilización y castración:

• Cuando castras a un perro se vuelve tonto: un animal castrado no va a pasar a ser tonto, ni se va a desinteresar por lo que sucede a su alrededor. Tampoco se volverá más delicado. Seguirá siendo igual, pero sin la carga emocional que conllevan los periodos hormonales.
• Un animal castrado engorda: un animal castrado alimentado adecuadamente no engordará. Hay que tener en cuenta que puede que disminuyan sus necesidades calóricas tras la castración de un 28 a un 33%, así que lo ideal es suministrar alimentos bajos en grasa y con más fibra. Sin embargo, hay muchos animales que no necesitan variar su dieta y no engordan.
• Las perras deben parir al menos una vez en la vida para no sufrir embarazos psicológicos y sentirse realizadas: los perros se reproducen por instinto, que se activa en el periodo hormonal, pero no tienen necesidad de ser padres. Los embarazos psicológicos se producen en pocos casos y en periodos hormonales, por lo que si la hembra está castrada, no puede sufrirlos.
• Un macho debe cubrir a una hembra al menos una vez en la vida: es una falsa creencia que no tiene fundamento alguno. En la naturaleza, un lobo, si no es macho alfa, no tiene posibilidad alguna de montar a alguna hembra de su manada. Además, dejar al perro desfogar una vez puede hacer que sus ganas de repetir sean inaguantables y se den transtornos en el comportamiento.