Los perros aman que sus dueños se sientan felices
Sabíamos que los perros lo dan todo por nosotros. Pero… ¿sabías que ellos se llenan de orgullo y de doble felicidad cuando saben que eres feliz?
Seguramente, tú si tienes perros ya sabrás que ellos solo buscan hacerte reír y sentirte bien. No es la primera vez que cuando un perro ha visto a su dueño llorando, le ha lamido la cara o que cuando te han visto sin ganas de hacer nada, han corrido a tu lado hasta que te has animado a jugar con ellos. Son unos pequeños guardianes, a los que siempre les importarás más tú que ellos mismos, ¡así es su pureza!
Los perros prefieren los rostros felices
Hace un tiempo, te hable de que ellos preferían los rostros sonrientes y un nuevo estudio que se ha hecho en la Universidad de Helsinki, ha vuelto a demostrar que ellos desean que sus dueños se sientan felices. Nuestros perros notan cuando nos encontramos así porque segregamos oxitocina, la hormona que el cerebro libera cuando se enfrenta a un placer, una noticia agradable, o cuando se escucha una música que te encanta. (Por ejemplo)
Los perros así, ven en las personas alegres y en sus dueños felices, humanos que serán mucho más generosos con ellos y que los tratarán mejor. Nuestros mejores amigos, también saben que la felicidad va unida a la salud, por ello, que su cuidador vivirá más y mejor si se siente en una plenitud emocional positiva.
Canine Mind, ha avalado los resultados de la investigación de las emociones caninas, viendo a sus dueños en diferentes estados de humor, verificando que el resultado es cierto. Además los perros nos entenderían mejor por las hormonas que según el momento, segregamos, conociendo aquellas que se forman por la ira, las de la excitación o incluso las que aparecen en diferentes procesos biológicos, como la menstruación, la ovulación o el embarazo y la segregación de testosterona en el hombre.
Como ves, los perros siempre nos sorprenden en cuanto a su nivel de respeto y dedicación con nosotros, siendo unas almas por naturaleza generosa que sólo desean lo mejor para nosotros y nuestra alma. ¿Cómo no quererlos? 🙂