Los perros reconocen tus sentimientos: psicología canina

¿Sabías que dice el último estudio que ha recopilado la revista Biology Letters, hablando de psicología canina? En ella exponen cómo los perros son capaces de reconocer sentimientos, creando una unión única con sus dueños, que todavía hoy en día era palpable pero que a muchos todavía les costaba digerir.

Los perros reconocen tus sentimientos: psicología canina

La mayoría de personas que tenemos perros sabemos que ellos son capaces de entender por todo lo que estábamos pasando, bien fuera un estado de alegría, de euforia u otro de preocupación o de tristeza y ansiedad. Aunque todavía no había pruebas que identificaran si ellos almacenaban en el cerebro esta información y si podían asociar estos estados a emociones en ellos mismos.


Ahora sabemos que los perros reconocen sentimientos, y que aprenden a reaccionar ante ellos según cómo se porten sus dueños. Seguro ahora recuerdas con una sonrisa, como cuando saltas de alegría, tu mejor amigo se une moviendo la cola o como cuando al reñirle, él o ella hace algún gesto con la cola o las orejas, para provocarte ternura. Éstas son las pruebas que indican (también según las estadísticas del estudio) que ellos crean asociaciones simples, dando una pista acerca de cómo funciona realmente sus cerebros, también emocionales.

En el reportaje de la revista,  junto con el apoyo del estudio científico, se llegó a probar cómo también ellos crean con los años, un registro de imágenes faciales, en donde pueden reconocer cómo se mueven las comisuras de los labios ante la tristeza o la preocupación o incluso los signos de enfermedad, ante el decaimiento de los ojos, el cambio de coloración de la piel o el cambio de voz, algo que ellos también notan, en estados de ronquera o incapacidad para hablar.

La psicología canina, prueba de esta manera, como ellos también son vulnerables ante nuestros sentimientos, creando en ellos estímulos y estados de los que pueden verse afectados, reproduciendo exactamente lo mismo, habiendo casos de comportamiento espejo, en el que tanto dueños como perros, muestran alegría con la misma euforia, pena o incluso depresión. ¿Te lo habías imaginado? ¡Algunas personas ya lo intuíamos! ¡Comparte!


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