La falsa alarma de las mariquitas invasivas
Las redes sociales se han llenado con la foto de la boca de un perro infestada de mariquitas, alarmando a los amantes de los perros.
Algunas personas se han dedicado a crear conjeturas y mentiras, pero lo cierto es que se trata de una total falsa alarma que ha provocado que gente demasiado preocupada haya buscado métodos para impedir que sus canes abran la boca para que no puedan entrarle parásitos.
Cuando la foto ha comenzado a difundirse por Facebook la American Veterinary Medical Association (AVMA) ha difundido la explicación para acabar con el temor provocado por las falsedades difundidas. Además, la National Center for Biotecnology Information (NCBI) también ha intervenido aclarando la historia que hay tras la foto del perro con la boca llena de mariquitas.
El perro que ha despertado la voz de alarma es de raza mixta y seis años de edad, que mostraba un trauma severo en el paladar, en el cual se habían incrustado varias mariquitas invasivas. Las mariquitas fueron retiradas manualmente y desvelaron quemaduras químicas debajo. Estas quemaduras se debían a la sangre de las mariquitas, la cual contiene parásitos microscópicos.
La mariquita asiática o arlequín proviene de Asia Central, pero fue llevada a Estados Unidos para el control de las poblaciones de áfidos, por lo que es un animal introducido de manera artificial en el país. Pero a pesar de todo, las mariquitas no son portadoras de enfermedades ni son venenosas para los humanos o las mascotas. El líquido que liberan como mecanismo de defensa puede causar irritación, como ocurrió en la boca del perro, pero las quemaduras se curan con el tiempo y no provocan efectos duraderos o secundarios.
Este tipo de infestaciones no son habituales y el AVMA recomienda dejar las preocupaciones acerca de los insectos a no ser que su perro muestre síntomas de malestar, en cuyo caso se aconseja acudir al veterinario.
Aunque hay una mariquita invasiva en la zona que puede causar problemas, las mariquitas autóctonas no causan este problema.