Los perros y su sexto sentido

De toda la vida se escuchado aquello de que los perros tienen un sexto sentido y que son capaces de presentir calamidades antes de que ocurran como por arte de magia, nada más lejos de la realidad.

El sexto sentido de los perros

Los perros son capaces de sentir variaciones en el ambiente que nosotros no podemos ¿se podría calificar eso como un sexto sentido? Quizás sí, pero no de la forma en que la mayoría piensa. La sensibilidad canina no tiene nada de sobrenatural. Los perros poseen mecanismos biológicos que se pueden explicar, aunque actualmente no comprendemos todo acerca de ellos.


Existen diversas causas por las cuales se piensa que los perros tienen un sexto sentido, o quizás sean varios, más allá del oído, la vista, el gusto, el olfato y el tacto.

Hay perros capaces de prever tormentas: al aproximarse este fenómeno atmosférico, los canes comienzan a mostrarse fuertemente alarmados, algunos gimen y corretean por el lugar, otros incluso gimen y tiemblan como si experimentasen dolor. Su malestar aumenta cuanto más se acerca el evento. Esta sensibilidad se debe a una respuesta a los cambios en la presión atmosférica y a alteraciones en los niveles de electricidad estática. Esta capacidad se remonta a sus antepasados salvajes caninos, para los que era muy importante percibir las señales climáticas y poder sobrevivir.

Algunos perros son capaces de predecir terremotos: aún no se sabe con exactitud la razón por la que los perros pueden prever terremotos, comportándose de manera similar al momento en que se acerca una tormenta. Investigadores de todo el mundo estudian la posibilidad de que los perros sean capaces de detectar ruidos de alta frecuencia en el interior de la Tierra, sonidos demasiado elevados para ser captados por el oído humano. También se especula con que puedan percibir vibraciones en el suelo.

Asimismo existen casos en los que perros encuentran el camino de regreso a casa desde la lejanía, incluso en terrenos que desconocen. Esta facultad la comparten con muchas otras especies animales. Dicha cualidad se basa en la apreciación de sutiles cambios y diferencias en el campo magnético terrestre. Pero se ha demostrado experimentalmente que dicha habilidad resulta perjudicada por la presencia de imanes muy potentes, por lo que muchos perros se pierden por el camino.

 Varios dueños declaran que su perro parece haber visto un fantasma, en alguna ocasión. Describen momentos en los que paseando por alguna zona, su mascota de repente se detiene e inmoviliza, se queda mirando rápidamente hacia la lejanía y comienza a erizar el pelo sobre los hombros y a lo largo del lomo, comienza a ladrar, gemir y aullar, pero se niega a moverse del lugar. De la misma forma repentina en la que comenzó la conducta, termina y el perro sigue su camino. Las personas que han vivido estas situaciones las recuerdan a la perfección debido a la intensidad de la reacción del perro ante un supuesto fantasma. La realidad es que probablemente detectó un depósito de olor fuerte de cualquier animal, como un zorro o un hurón. La extrañeza del olor y su intensidad para la sensible nariz del perro es suficiente para desencadenar esta rotunda respuesta.

En otros casos los perros han sido utilizados para detectar si hay personas enterradas por un alud o escombros y están vivas, y lo hacen sólo olisqueando la nieve o los cascotes. Investigadores han informado que existen infrarrojos en la nariz canina, lo cual explica ciertas habilidades nasales en algunas razas.


El sexto sentido de los perros reside en que tienen los sentidos auditivo y olfativo mucho más desarrollados que los humanos, por lo que son capaces de percibir aspectos del mundo real que para nosotros son desconocidos.


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