¿Los perros distinguen a las buenas personas de las malas?
Siempre ha habido una leyenda urbana que ha explicado que los perros reconocen de manera instantánea a las buenas personas frente a las malas, pero … ¿es realmente cierto?
¿Pueden los perros identificar a gente buena y mala?
La inteligencia que se le ha atribuido a los canes desde tiempos antiguos, ha logrado que veamos el mundo de los perros de una manera diferente. Siempre han sido nuestros mejores amigos y en ellos hemos contemplado una ventana a lo que hace sentirnos bien.
En realidad, a la hora de determinar (un perro) si una persona es mala o no, influyen ciertas conexiones neuronales, que serán las que interpretarán lo que está pasando. Los perros, al igual que nosotros analizan su entorno y la manera en que otros tratan a sus familiares perrunos y también a sus dueños.
Seguramente habrás observado como en una manada de perros, si hay algún animal que pertenezca al grupo y se te acerca, los otros mantienen su mirada en ti, analizando si tratas bien a ese perro que ha querido comunicarse contigo. Si ven una actitud amable y dócil, así como bondadosa, es muy probable, que poco a poco todos vayan acercándose a ti, finalizando con el miembro dominante, que irá a explorarte.
El instinto de los perros les permite identificar determinadas actitudes del ser humano
Esto ocurre en manadas de varios perros, pero con los dueños, sucede algo muy similar. Ya que los propios perros son capaces de escuchar si hay una manera de hablar violenta o ruda o si se está produciendo una pelea, haciendo que ellos identifiquen a esa persona que está amenazando a su dueño o sus dueños como alguien malo.
Realmente es cuestión de actitudes, ya que ellos a pesar de que no viven ya en un modo salvaje, se han acostumbrado a analizar igualmente las facciones y gestos corporales de los humanos, logrando que seamos menos desconocidos nosotros para ellos, que ellos para nosotros ¡incluso!
Los perros distinguen a las personas buenas de las malas, también por su modo de compartir y ayudar a los demás. Si una persona tiende a unir al grupo y a ayudar a los dueños del perro que lo está contemplando, será mucho más fácil que se gane de manera rápida la confianza del animal, generando un nuevo amigo. Ellos, al ser animales sociales, establecen muy bien la diferencia entre la cooperación y lo que no lo es, haciendo que estudiarlos sea algo fascinante.
